martes, 7 de agosto de 2007

Límites.

El límite comenzó siendo el infinito, podía llegar a ser astronauta, científico, periodista, medico, abogado o todas esas cosas juntas, pues tenía grandes planes y esperanzas que lo hicieron sospecharse a sí mismo como una célula madre capaz de tomar cualquier tipo de forma en el futuro.
Lamentablemente no ocurrió lo esperado ya que fue moldeado torpemente por unas manos equivocadas, manipulado como un billete de dos pesos hacia caminos oscuros, alejado de las prioridades y los libros y los juegos. Entonces claro, como era de sospecharse, vino la decepción, se acumularon los años, el ritmo amargo de las noches, la vida aplacada y los amores conformistas y todos juntos alineados en el campo de batalla fueron poco a poco durmiendo dulcemente lo que quedaba de las ilusiones.
Y fue ayer cuando un mortal paro cardiaco lo atrapo todavía demasiado joven sentado en una oficina azul calcando los sueños ajenos de un jefe inoperante, y en su ultimo aliento de esperanza, quizás un poco avergonzado, llego a sorprenderse mucho de la innumerable cantidad de cosas que no había hecho y que nunca llegaría a ser, comprendiendo fatalmente que las palabras “hacer” y “a ser” suenan igual en los oídos de quienes las escuchan, a pesar de sus grandes diferencias y tan distintos significados.

No hay comentarios.: